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11/04/2025

BATERÍAS DE IONES DE LITIO: UNA “POSIBLE” REALIDAD EN BRASIL

Actualmente, China controla de manera abrumadora la cadena de suministro de baterías de iones de litio para vehículos eléctricos y almacenamiento de energía, desde la extracción de materias primas hasta la producción de las celdas.

Cuando se habla de electromovilidad, ese dominio es percibido como una amenaza tanto por Europa como por Estados Unidos. Ante este escenario, surge la necesidad de políticas de Estado que fomenten significativamente las inversiones en minería y refinación, además de alianzas estratégicas para la producción de componentes y celdas, a fin de reducir esta dependencia asiática.


La producción de baterías de iones de litio implica una cadena de suministro compleja y globalmente interconectada. Según diversos informes sobre baterías de iones de litio y considerando factores geopolíticos, se concluye que China domina casi toda la cadena de valor de esta tecnología.


Ese dominio abarca desde la extracción de materias primas hasta la fabricación de las baterías, con control chino sobre instalaciones tanto nacionales como extranjeras. Ninguna otra región del mundo posee un control comparable de toda esta cadena de suministro.

Distribución geográfica de la cadena de valor global de vehículos eléctricos Fuente: Battery Report 2022 – Volta Foundation


Excepto por el manganeso, China mantiene un control masivo sobre las minas de litio, cobalto y níquel, sobre la industria de procesamiento de los minerales en metales y compuestos químicos, y sobre las refinerías y unidades de producción a lo largo de toda la cadena de baterías.


Actualmente, China produce más del 98% de los materiales activos de litio-hierro-fosfato, una química que en 2024 representó el 59% del volumen global de baterías de litio producidas. Esta es una tecnología más barata y no utiliza elementos críticos como el cobalto y el níquel como material activo.

Hoy en día, China representa una amenaza para el futuro de la electromovilidad, especialmente para Europa, que atraviesa tensiones geopolíticas y posibles restricciones de exportación que podrían generar consecuencias económicas significativas.


¿Y Brasil?

Brasil tiene una ventaja frente a Europa, que depende fuertemente de la importación de materias primas minerales esenciales para la producción de celdas de baterías de iones de litio.


Solo bajo la óptica de la minería, Brasil tiene el potencial para extraer, transformar y refinar todos los elementos químicos necesarios para producir baterías de iones de litio. China, por su parte, gracias a sus planes quinquenales, realizó inversiones estratégicas en la cadena de suministro y en la expansión de la producción de celdas.


Cuando Europa y Estados Unidos tomaron conciencia del control de China sobre la cadena de suministro de baterías de iones de litio, ya era demasiado tarde. En una carrera por recuperar el tiempo perdido, comenzaron a adquirir minas y refinerías alrededor del mundo. Los principales países con reservas de litio, cobalto y níquel han recibido ofertas de compra de empresas europeas y estadounidenses, pero incluso China —ya dominante— ha entrado en esta competencia.


Esto refleja la intensa disputa global por materias primas críticas.

Brasil, todavía sin una política de Estado bien definida sobre el tema, ha promovido eventos para debatir la transición energética y la descarbonización, incorporando a las mineras en el debate, con el objetivo de que el país deje de ser solamente un exportador de commodities y avance hacia el procesamiento, refinación y comercialización de minerales críticos.


Sin embargo, la falta de metas claras y plazos definidos deja en evidencia que aún queda un largo camino por recorrer, con pocas perspectivas a corto plazo para la industria nacional.


En 2022, con la creación del Grupo de Trabajo en Baterías de Iones de Litio (GT-7), dentro del programa MIBi – Made in Brazil Integrado, creado por el entonces Ministerio de Economía (hoy MDIC), comenzaron los debates sobre si ya no era hora de que Brasil despertara ante esta temática tan importante a nivel global.


Con la participación de diversas empresas de distintos sectores, el GT-7 concluyó, tras dos años de discusión, que sería fundamental crear una infraestructura para la producción preindustrial de baterías de iones de litio.



Máquina para Producción de Packs con Celdas Cilíndricas – Selección y Soldadura

En agosto de 2024, se dio inicio a la construcción de dicha infraestructura con una capacidad de producción estimada en 6 MWh/año, en químicas NMC y LFP, con geometrías cilíndricas y prismáticas. Este proyecto cuenta con la participación de 27 empresas y 5 Institutos de Ciencia y Tecnología (ICTs), y está ubicado en el Instituto SENAI de Innovación en Electroquímica, en Curitiba-PR.


Paralelamente, se aprobó otro proyecto estructurante para la producción de packs de baterías de iones de litio destinados al sector automotriz.

Plano del “Centro Nacional para la Validación, Certificación y Homologación de Packs de Baterías de Iones de Litio”

Ambos proyectos tienen un presupuesto de aproximadamente R$ 100 millones. Estas iniciativas cuentan con el apoyo del programa Rota 2030 —actualmente llamado MOVER— que financia hasta el 90% de las inversiones con fondos no reembolsables.


Actualmente, el GT-7 (abierto a cualquier empresa interesada) discute un megaproyecto para la creación de un “Centro Nacional para la Validación, Certificación y Homologación de Packs de Baterías de Iones de Litio”, para atender la demanda de las montadoras de vehículos electrificados en Brasil.

Todas estas iniciativas son fundamentales para la formulación de políticas públicas que impulsen el desarrollo de la cadena de valor de las baterías de iones de litio y, eventualmente, la consolidación de una industria nacional de celdas y packs, tanto para la electromovilidad como para los sistemas de almacenamiento de energía (BESS).


Marcos Berton, Instituto SENAI de Innovación en Electroquímica



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